Un estudio nutricional permite conocer el mejor método para poder perder esos quilos de más sin esfuerzos sobrehumanos , sin pasar hambre y, sobre todo, aprendiendo a comer sano.
De igual modo que no todos engordamos igual, no todos podemos adelgazar con las mismas reglas. Es necesario que un profesional nos haga un estudio completo que determine cuáles son nuestros puntos flacos, nuestros antecedentes clínicos y nutricionales, nuestros alimentos favoritos y nuestra situación física y mental actual.
Nuestros especialistas nutricionales lo tienen claro: Hay que conocer a la persona para saber cómo ayudarle a alcanzar su peso ideal. Y para hacerlo, se basan en un estudio nutricional compuesto de:
- Valoración de antecedentes familiares
- Valoración de historial clínico
- Estilos de vida
- Hábitos alimenticios
- Indicadores dietéticos
Indicadores antropométricos:
- Cálculo del gasto de energía basal (Kcal. de gasto energético diario)
- Tipificación de la constitución corporal (dependiendo de tu constitución, tu peso ideal será mayor o menor. Dos personas que pesan igual pueden no tener el mismo aspecto físico a causa de su constitución).
- Porcentaje real de grasa corporal (en función de ello será necesario hacer dietas más drenantes o no).
- Anamnesis (es una exploración física general con toma de medidas, peso, altura, etc.)
Una vez han recabado todos esos datos, obtienen unas cifras concretas y científicamente fiables que les permiten determinar qué tipo de dieta es la más adecuada para perder peso de manera sostenible, continuada y amena. Además, facilitan menús, trucos, recetas… Lo importante, siempre, es no tirar la toalla y adelgazar comiendo lo que te gusta.
Pero además, el reto no es sólo bajar esos quilos de más, sino asumir nuevos conocimientos sobre uno mismo y su alimentación. Poco a poco aprenderás a cocinar más sano, a controlar cantidades, a saber qué hacer para equilibrar el día y, en definitiva, aprenderás a mantener el peso ideal para siempre.